lunes, 18 de marzo de 2013

La sanidad en Suecia.

A todo habitante de Suecia se le garantiza la igualdad de acceso a los servicios de salud, en un sistema que en gran medida está descentralizado y financiado por el erario público. Como muchos otros países, Suecia se enfrenta a tareas arduas, entre ellas mantener la financiación, calidad y eficiencia de sus servicios de salud.
La responsabilidad de los servicios médicos y de salud de Suecia es compartida por el gobierno central, las diputaciones provinciales y los municipios. La Ley de servicios médicos y de salud regula la responsabilidad de las diputaciones provinciales y los municipios, dejando al mismo tiempo mayor libertad en ese campo a las administraciones locales. La función del gobierno central consiste en establecer principios y directrices y definir el programa político de servicios médico-sanitarios. La ejerce mediante leyes y ordenanzas o concluyendo acuerdos con la Asociación de Autoridades Municipales y Regionales de Suecia, que representa a las diputaciones provinciales y municipios.
a responsabilidad de prestar servicios de salud recae sobre las diputaciones provinciales y, en algunos casos, sobre los municipios. Las primeras son órganos políticos cuyos representantes son elegidos por los residentes cada cuatro años, el mismo día de las elecciones nacionales generales.
La política sueca establece que cada diputación provincial tiene que proveer a la población de servicios médico-sanitarios de buena calidad, al mismo tiempo que promueve la buena salud para toda la población. Las diputaciones provinciales también responden de la atención odontológica para sus residentes hasta la edad de 20 años.

Seguridad del paciente

También fuera de la UE son objeto de discusión los servicios médico-sanitarios, particularmente en la OMS, la OCDE, el Consejo de Europa y el Consejo de Ministros Nórdicos. Muchos de los problemas que encaran los servicios de salud suecos pueden observarse igualmente en otros países, y son, entre otros, aspectos de acceso, calidad, eficiencia y financiación.
Un aspecto prioritario es la seguridad del paciente. A comienzos de 2011, se promulgó en Suecia una nueva ley de seguridad del paciente, que ofrece a toda persona a la que concierna la atención de salud–pacientes, consumidores, familiares de pacientes–nuevas oportunidades de influir en el contenido de esos servicios. El propósito es facilitar la denuncia de casos de tratamiento inadecuado.

Espera de 90 días.
Ningún paciente debe esperar más de siete días por una cita con el médico en un dispensario local, no más de 90 días por una cita con el especialista y un máximo de 90 días por una operación o tratamiento, una vez que se ha determinado la atención requerida. Si esos límites de tiempo no se pueden mantener, al paciente se le ofrece atención en otro lugar, y los costes, incluidos los gastos de viaje, son sufragados por su diputación provincial.
Según las estadísticas de diciembre de 2010, nueve de cada diez pacientes consultan a un especialista dentro de los 90 días y reciben tratamiento o se operan dentro de otros 90. El 80% considera hoy que recibe la atención que necesita, mientras que en 2006 la cifra correspondiente era del 74%.
Para el año 2012, el gobierno y la Asociación de Autoridades Municipales y Regionales revisarán la garantía de atención de salud vigente. Su intención es formular una garantía que se oriente en mayor medida aún al paciente, regulando el tiempo máximo desde la consulta inicial hasta la fecha en que comienza el tratamiento.

Costes de la atención de la salud.
Los costes de la atención médico-sanitaria representan cerca del 10% del PIB de Suecia, que se equipara al de la mayoría de los otros países europeos. La mayor parte de los costes médicos y de salud es sufragada con impuestos provinciales y municipales. Otra fuente de financiación son las contribuciones del gobierno nacional, mientras que los derechos que pagan los pacientes cubren sólo un pequeño porcentaje de los costes.


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